miércoles, 21 de noviembre de 2012

YA NO SOY JUDIO




El saxofonista y clarinetista Gilad Atzmon se marchó a Londres mediada la década de los 90, cansado de la radicalidad sionista y después de haber cumplido el servicio militar en la guerra que Israel declaró al Líbano a comienzos de los 80. 

Su participación en aquel conflicto acabó por despejar todas sus dudas sobre la ‘identidad judía’: 

“Veía a palestinos por todas partes, hasta que me dije, ‘¡diablos, si es que estoy viviendo en territorio palestino!’. Fue entonces cuando decidí marcharme, eso sí, con cierto sentimiento de culpa”.

Hoy, Gilad Atzmon ya no se siente judío: “He dejado atrás la idea de pueblo elegido” y plantea preguntas a sus paisanos:

“¿Cómo es que un pueblo que ha sufrido tanto y durante tanto tiempo puede infligirle tanto dolor al otro? 

¿Cómo pueden los sionistas, que están motivados por un genuino deseo de regreso, estar tan ciegos cuando se enfrentan a un deseo similar por parte del pueblo palestino?”

Empecé a comprender que en Israel nunca ha dejado de haber limpieza étnica, sino que, simplemente, ésta ha adoptado otras formas, y empecé a admitir el hecho de que el sistema legal israelí no era imparcial, sino racista”

“En el verano de 1984, justo tres semanas antes de librarme del uniforme militar, nos enviaron al Líbano para una gira de conciertos. Al final de un sucio y polvoriento camino en un día de calor espantoso, a primeros de julio, llegamos al infierno en la tierra. El inmenso centro de detención estaba rodeado por una alambrada. El lugar era un campo de concentración. Los presos eran los ‘judíos’, y yo, un ‘nazi’”. 

Tal y como le sucedió a Israël Shahak.

No hay comentarios:

Publicar un comentario