Durante toda la historia nos han vendido la idea que tenés que sufrir y sacrificarte ahora para crear las buenas cosas que deseamos en el "futuro". Lo que realmente queremos tener en nuestras vidas está siempre en el futuro, nunca en el ahora.
Las religiones nos han dicho que tenemos que sufrir y sacrificarnos en esta vida para reunir las condiciones necesarias para el paraíso... mañana.
Los políticos y economistas nos dicen que tenemos que hacer sacrificios ahora para crear la prosperidad económica... mañana.
La recompensa siempre es mañana.
Es lo que yo llamo el síndrome de "un día". Un día tendré lo que quiero, pero no ahora.
Si ésa es nuestra realidad, nuestra imaginación, nunca tendremos lo que deseamos porque esa energía es proyectada en el futuro y no en el ahora.
La esperanza es otro ejemplo de vivir en el futuro. La esperanza es una futura experiencia, no una experiencia actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario